Buttermilk Panna Cotta

Quedan exactamente 3 días para que comience la primavera, pero yo la estoy esperando desde el día que comenzó el invierno.

Y aunque el invierno no parece querer marcharse, vamos a hacer que por lo menos nos olvidemos un poco de él con un postre fresquito.

De los que te comes uno y te vas a la nevera a por otro.

La panna cotta, postre italiano por excelencia, increiblemente ligero y delicioso. A mi me encanta acompañarla con fruta fresca acabada de cortar, y mejor si son unas fresas. ¡¡Pero justamente hoy me he quedado sin una fresa!! Tenía dos fresitas ahí apartadas para decorar la panna cotta y un ladrón (mi hermano) se las ha comido, así que nada...a cambiar la idea.

Un poco de mermelada de frambuesas y ¡¡solucionado!!

Estará mucho más buena si tenemos paciencia y la dejamos reposar de un día para otro en el frigorífico. Pero si vamos con el ansia en el cuerpo por comérnosla, en un par de horas estará lista. 

Así que vamos a por la receta :)

BUTTERMILK PANNA COTTA (Receta basada en Buttermilk Panna Cotta del libro Miette)

Para unas 6 raciones (en el libro pone que salen 12-14 raciones, pero no se que medida tendrán sus vasitos)

• 240 gramos de nata de montar
• 1 cucharadita de gelatina en polvo
• 60 gramos de azúcar
• 1 cucharadita de vainilla en pasta
• 250 ml de buttermilk (240 ml de leche y 10 ml de zumo de limón dejados reposar 10 minutos)

Pondremos la mitad de la nata en un bol y esparcimos uniformemente la gelatina por toda la superficie y dejamos que se ablande durante 10 minutos.

Ponemos la nata restante en un cazo con el azúcar y la vainilla. Lo llevamos a ebullición y agregamos la nata con la gelatina disuelta. Añadimos el buttermilk y movemos hasta que esté todo integrado. 

Vertemos la mezcla en los vasitos que tengamos preparados y reservamos en el frigorífico toda la noche para que cojan la consistencia adecuada.

Pondremos la fruta o mermelada que más nos apetezca justo en el momento de servir.

Antes de que me preguntéis de donde he sacado los vasitos os lo digo yo...son vasitos de yogur de cristal reutilizados :)

Está buenísima, el sabor de la vainilla con el leve toque ácido que le da el buttermilk, y las frambuesas, ¡¡INCREIBLE!!

Ñaaaaaaaam!! Deliciosa :P

Vengo el martes con receta especial para el día del padre :)

Mil besos, Marina ♥♥♥

**Enlazo este post  a la fiesta de enlaces de Personalización de Blogs